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VUELTA A CASA ¡


Esto es lo que me inspiró el Espíritu Santo en la mañana de hoy domingo, pero como ya os explique en la entrada de ayer. Por la noche hubo un nuevo ataque a Dios nuestro señor y en cuanto abrì los ojos me senté y en diez minutos tenia escrita la entrada. Os lo tomais a broma, yo no escribo. No quiero que se me olvide. Sobre las 06:30 me fui a tomar un café (aquí todavía es de noche y hace un frio horrible, hoy -1º C) y la mano se me fue a un libro y en cuanto me senté en la mesita; pues lo tomo en el exterior; empecé a escribir y tomar notas de un libro del Padre Tardif (RIP), y esto es lo que salió. Hasta el título me dijo hoy.

Cuanta gente hay alejada de Dios y es relativamente fácil recuperar. Son personas desilusionadas, que han visto frustrados sus sueños, anhelos. Otros son soberbios o cómodos y se apartaron, otros tienen malas influencias, otros unen a la tibieza la poca personalidad y el dejarse avasallar por un famoso científico…etc. Yo bien lo sè, fui uno de ellos, durante tres años. No voy a repetir la historia, ya la escribí, el caso es que pasè de la noche al día en todo. Como dijo un señor que me encontré durante el Camino de Santiago allá por 2016…”Luis deja morir el hombre viejo, deja salir al Luis que Dios creò y no el que tu quieres”. Y vaya si lo hizo, pero fue Don Dios. Vuelve la alegría, la esperanza, la ilusión, las ganas de entrega, la humildad….


¿Por qué no procedemos al rescate de tantos? ¿Por qué no somos continuadores de Jesucristo, del Padre Pio de Pieltrechina?. Todos podemos hacerlo, todos somos iglesia. No se trata de yo soy del reignun christi, yo del Opus Dei, yo de la Renovación carismática, yo de Comunidades Neocatecumenales, yo de… y “nuestro carisma es…”. Conozco a todos los que he nombrado y bien, porque siempre fui como buscando. Todos son maravillosos, estupendas formas de llegar a Dios, al Cielo, pero al final todos somos iglesia, (1 Corintios 1:12-13, Cristo no está dividido) yo creo que no me quedè con ninguno, no por llevar la contraria, sino porque yo solo quería ser de Nuestro Señor y su Divina Madre, lo cual no me hace mejor, desde luego. Cada cual escoge su camino, pero a TODOS como miembros de la Iglesia de Cristo, Él mismo Dios nos regó con sus dones, a través del espíritu santo.

No nos damos cuenta de la inmensidad de cosas que el Señor `PUEDE HACER A TRAVÈS DE NOSOTROS, pero el ¡¡jamás se impondrá! Lo dejó, nos lo regalò y lo olvidamos, perdimos la fe….¿No nos arrepentiremos y después vendrá (Lucas 13:28) el rechinar de dientes y las lágrimas?. A cuánta gente podemos servir de instrumento para que Dios sane su tristeza, su depresión, su frustración, ….tantas y tantas cosas?. El Señor sana con la fe que tenemos, quizá sea eso, no nos abrimos a la acción del Espíritu Santo (que es de todos). EL EVANGELIO ES VIDA PARA VIVIRSE, EXPERIMENTARSE Y TESTIFICARSE. No es un libro. El Señor, es el de siempre, los que cambiamos somos nosotros, Él sigue con sus métodos de trabajo, mientras nosotros sin mala fe, llevamos siglos buscando métodos pastorales diversos, Él sigue con el suyo, ¿por algo será. ¡Porque es el más eficaz!.


Podríamos vivir a todo color, en vivo y en directo, lo que cuenta el Evangelio. No se trata de probar, en la prueba no hay confianza, debe ser un salto al vacío.¡¡ Señor confío en ti!!, y conseguir que la gente tenga LA VISTA PUESTA EN QUIEN DEBE, EN EL SEÑOR QUE ES EL AUTOR Y QUE SE VALE DE NOSOTROS EN OCASIONES PARA DAR MUESTRAS DE SU GRANDEZA Y DE SU GLORIA.

Creo que ya lo apunte en alguna entrada, hasta hemos olvidado que DIOS ES EL MAESTRO DE LO IMPOSIBLE (milagros eucarísticos por ejemplo en los que parece no solo sangre tipo AB (típica judía), sino hasta pedacitos de un corazón, curaciones inexplicables…) Y de esto os escribe el primer culpable. Estuve tres veces en Jerusalén, una semana en Medjugore…pero mi fe era aún más pequeña que el famoso granito de mostaza. Jesús es el mismo, ayer, hoy y siempre. Inconscientemente, somos humanos, en ocasiones olvidamos que somos vasijas de barro, pero el mismo Señor se encarga de recordárnoslo mediante la cruz de la incomprensión.

Estoy muy de acuerdo con algunos sacerdotes que indican que a veces estamos muy preocupados de que la gente cumpla los mandamientos, antes de que conozcan al mismo Dios de los mandamientos.

Seguimos en general sin aceptar el poder que tiene el testimonio (recordar a aquellos a quienes el Señor curaba, que a pesar de pedirles que no dijeran nada, lo proclamaban a los cuatro vientos. Eso atrajo a la gente a escuchar su palabra). Y eso no es de los carismáticos, estáis muy equivocados si pensáis así, la efusión del Espíritu Santo cayó sobre todos, todos podemos invocarle. El evangelio como os decía, no son palabras, el Reino de Dios es poder y fuerza que vienen de lo alto y si nos dejamos, si confiamos, se manifiestan entre nosotros.

Decía el Padre Tardif, con toda la razón, ¿Para qué hablar de los milagros de hace dos mil años, si se puede hablar de los que hizo la pasada semana?. Nos hemos olvidado de que Jesús está vivo.

Termino con solo un dato. Salió en la prensa. Año 1977, en Montreal, se encontraba presente el Cardenal Roy, el alcalde de la ciudad, seis obispos y 900 sacerdotes. Noticia de prensa: Le journal de Montreal “los postrados en sus camas se levantan y andan”. Como bien decía el Padre Tardif, lo sorprendente no es que se hayan curado los enfermos; lo extraño sería que no se hubieran curado; lo raro sería que Jesús no cumpliera su promesa”.

Estimados lectores, la promesa de Jesús ES ETERNA, porque está vivo, con Él no hay imposibles.



 
 
 

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