top of page
Buscar

...¿Resucitò el Sanedrin?


Su excelencia reverendísima Don Enrique, espero no ser una piedra en su zapato, y discúlpeme la ordinariez, “pero las pone a huevo cada fin de semana en su escrito de “el Aleluya”.

Voy a continuar con mi opinión de ayer, que se centraba en uno de los, desgraciadamente muchos, sacerdotes “sin cabeza”, sin derechos…que hay en nuestra Iglesia. San Pedro, a quién alude en su escrito de hoy 9 de julio, puso las bases de la IGLESIA INSTITUCIONAL, había que organizar aquello, ya después entraba el bendito Espíritu Santo y los planes y pruebas de Dios. Y la Iglesia como institución y por tanto muchos de sus miembros, no son un ejemplo. Los hay en la política, en el deporte, en la milicia, en la prensa, en la medicina…Al ser humano le dan una gorra y ya es Capitán general…triste desgracia, pero real como la vida misma.

A la prensa le interesa, porque hay mucho carroñero…¡y vende!, a los fieles nos interesa porque EN ELLO CREEMOS NOS VA LA VIDA. ¿Porqué ese aguillotinamiento sin juicio de sacerdotes fieles AL EVANGELIO?. Jorge, Salvador, Paco, Antonio….la lista sería cuasi infinita. ¿Por qué ha que ocultar lo que Jesús hizo y mostró sin tapujos?.¿Porqué algunas cosas a quien no tiene la conciencia tranquila les da miedo?. De los que no tienen conciencia que son muchos, ni hablemos. Entre todos cada vez es todo DESCAFEINADO, lo mas importante la palabra de Dios y después el funcionamiento de la institución. Se deben creer que “todos somos ovejitas tontas”, que “nos hemos caído de un guindo”…¡En absoluto!.

En segundo lugar no estoy de acuerdo con el título de su escrito, si me lo permite: “EL PALIO:UN SIGNO PARA VIVIR EL MINISTERIO”. Después continua Ud. su relato aludiendo a la liturgia de la iglesia llena de signos y símbolos. El palio es un símbolo, no un signo. Signo era lo que hacia Nuestro Señor Jesucristo. La palabra "signo" (semeia), utilizada solo en evangelio de San Juan, los signos son espectaculares, y son realizados para fortalecer la fe. No creo que el palio, la mitra sean signos, sino símbolos.



Tras esto habla de “llamada a vivir desde actitudes evangélicas”. Visto lo visto, ya desde hace años; recuerdo al Papa Pablo VI y el humo; dentro de nuestra amada iglesia institucional,¿ de que evangelio hablamos?.¿Del de la verdad?,¿Del de la justicia?...

Después, su Excelencia habla de las palabras del Santo Padre, (segundo párrafo), en las que presentó a San Pedro y San Pablo, TESTIGOS DIRECTOS y San Pedro amigo, compañero y PIEDRA, como discípulos y evangelizadores. Yo me atrevería de nuevo a preguntar. ¿ De qué Evangelio?,¿del de verdad no?, de aquel en el que nuestro Señor lavó los pies de los suyos, que dijo que el que quiera ser primero sea último. ¿Del mismo en el que Dios hecho hombre SANABA, ¿RESUCITABA, EXPULSABA DEMONIOS, no seres imaginarios? Ya va siendo hora de que lo aclaren.

El remate Su Excelencia, lo escribe al final del referido segundo párrafo: “Sólo puede ser verdadero apóstol, aquel que es verdadero discípulo…”. Insisto, en que lleva usted aquí poco tiempo como arzobispo pero a ninguno se nos escapa que se tapa mucha “podredumbre” y se expulsa, se machaca, se aniquila la fidelidad evangélica, a ese Cristo que cualquiera con dos deditos de frente ve al leer el Evangelio. ¿Porqué? ¿Por qué los trapos sucios se lavan en casa?, ¿Por que, Ay de quien escandalice a alguno de estos pequeños? (lo dijo refiriéndose también a sus discípulos, sus seguidores y continuadores), ¿y no es mayor escándalo castrar por completo vidas sacerdotales fieles a rajatabla; con Cristo no había tampoco medias tintas; al EVANGELIO, que nos hablan de un Cristo entre nosotros, que puede seguir actuando: sanando, hablando del malo, del premio que espera si eres fiel al final del camino…a través del Espíritu Santo, que ocultar homosexualidad, (ruego disculpas a los de la LGTBI, porque no es delito serlo, pero un sacerdote tiene un voto de castidad, además después de que Su Santidad recibiera al obispo francés Jacques Gaillot, ya uno no sabe para donde tirar), amancebamientos…etc. y todo esto es público y notorio Su Excelencia, porque lo hacen con el mayor descaro del mundo, como lo son otras cosas que son comunes en cualquier institución, compañía y/u organismo oficial. Lamento decirlo su Excelencia, pero desgraciadamente la mayoría del clero no vive la misma fe que el apóstol de Galilea confesó en Cesarea de Filipo y que San Pablo anunció por el mundo. La realidad que experimenta el fiel con un mínimo espíritu critico y fiel a la escritura es una iglesia cínica, hipócrita, cobarde, contaminada quizá por esa nueva línea de teólogos que van diciendo por ahí que la resurrección de Cristo fue una “sensación” de que Èl seguía con ellos.¡¡¡Dedíquense a ellos!!!. Ellos escandalizan, lo que todo el mundo sabe y ustedes callan escandaliza y les hace además cómplices…y a aquellos sacerdotes que nos reconcilian con el verdadero evangelio que si confiesan la misma fe que el apóstol en Cesarea de Filipo y anuncian exactamente la misma que el propio San Pablo, los guillotinan.



En su último párrafo habla del “llamado a ser representación del buen pastor que es CRISTO (ese que aparece en el Evangelio sanado, resucitando, expulsando demonios…y más aún que nos hace herederos de ello, a través del Espíritu Santo, sobre todo a las personas consagradas que se suponen son los presbíteros y en el que ustedes demuestran no creer) …”y por ello debe imitar el estilo pastoral de Cristo”, What?. A mí que me lo enseñen, ¿Dónde está eso?

Y continua usted…”no hizo sufrir a nadie por la verdad”, ¿y la verdad evangélica dónde queda?.

Finaliza indicando que cuanto más evangélicamente anunciemos el evangelio, más fructificara en el corazón de las personas. Si ustedes, los mandos eclesiales apartan, aíslan…a aquellos sacerdotes que lo hacen, por buen camino vamos.

Como siempre, su Excelencia Reverendísima, gracias por su escrito, para mí, muy, muy productivo. Dios le bendiga e ilumine

 
 
 

Comentários


bottom of page