SU PASIÒN FUE LA VERDAD
- luisosomunar
- 12 ene 2023
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Hoy el Señor me inspira comentaros algo de un “luchado” por la fe, por el reino, como decimos en España, “un fenómeno” como sacerdote y como persona. En mis viajes a Madrid siempre voy a la iglesia donde está sepultado este joven apologeta, Pablo Domínguez Prieto, de quién supe a través del director de cine Juan Manuel Cotelo, gran director y predicador junto a su equipo encabezado por su esposa Simona.
Pablo se dedicaba a la rama de la apologética que a mi me resulta más áspera, la filosofía y era un auténtico fenómeno, merece la pena dejar aquí alguna de las joyas extraídas de sus conferencias para que le dediquemos unos poco minutos a la reflexión y veamos que desde la razón también podemos tener capacidad para la defensa de la fe. Pablo, además de sacerdote, era alpinista y le encantaba celebrar la eucaristía alcanzada la cima, desafortunadamente en el descenso de la última un fatal accidente se lo llevó al cielo.

Pablo solía argumentar en sus charlas cuando hablaba del protestantismo que seguían una “dogmática”. Hablaba Pablo de algo connatural al ser humano, el deseo de CONOCER LA VERDAD, el por porqué de las cosas, pasando como decía, deseamos pasar a” la dimensión científica del hombre. Es decir, la ciencia, la episteme frente a la doxa, a la opinión” . Sigue Pablo “ en el fondo el hombre lo que hace es construir sistemas” y definia sistema de una manera hermosa y definitiva,” Un sistema en el fondo es un conjunto ordenado. Completo. Coherente, Donde, todas las piezas están perfectamente trabadas y por tanto unas se conectan a otras y dan respuesta a los interrogantes que sobre eso surge”.
A todo le ponía ejemplo para tratar de acercar a todos su sabiduría y hacer llegar a todos con claridad ese lenguaje, como dije un tanto àspero, como hacia nuestro Señor con las parábolas, y así en una de sus últimas conferencias indicaba : “De hecho, la historia de la astronomía algunos planetas han sido descubiertos no por observación directa, sino porque en ese sistema faltaba alguna pieza para.
Que tuviera coherencia. Y primero sobre el papel geométricamente se describe un posible planeta y después enfocando hacia allá, se descubre. Pues bien, esta es una dimensión humana, la que trata de armonizar, de sistematizar”. Y llegaba al quiz de la cuestión, el primer elemento de prejuicio.” Claro, si todo ha de ser continuo. Quiere decirse que en la explicación de las cuestiones materiales. Todas las causas que de ellos dependan deben ser materiales”. Esto le permite enlazar con la gran crisis científica del siglo XIX, el problema Hilbertiano, ¡¡¡la ciencia no era capaz de abarcarlo todo!,¡ cáspita! y Hilbert eminente matemático convoca un Congreso con las grandes mentes pensantes de aquel momento, y utilizo palabras de pablo. ¿Cuántas veces se nos ha dicho esto? ¡¡¡Está dicho con rigor matemático! La pretensión de aquel congreso de eminencias no era otra que elaborar un sistema axiomático, por tanto, racional, según se entendía la razón humana, que tratará de acabar con esta crisis de la ciencia y que pudiera haber explicación de todo.

¡¡Se produce la gran tragedia!!, finalizada esa reunión con probablemente la mayor concentración de C.I (COCIENTE INTELECTUAL DE LA HISTORIA) y, ¿Cuál es el resultado?... llegan a una terrible conclusión. No solamente. No han podido elaborar ese sistema axiomático totalmente completo. Sino que algunos han demostrado, de un modo formal, por tanto, lógico, que es imposible (Pablo Domínguez).
Y Pablo concluia con su habitual competencia y simpatía: “Algo increíble es que la fórmula que demuestra la coherencia de un sistema racional, no pertenece a ese sistema racional, es decir, que para fundamentar una ciencia he de salirme de ella porque su fundamento no pertenece a ella”.
Apareciendo el Teorema de Incompletitud de Gödel sobre la INATURALEZA DE LAS MATEMATICAS, que deja por sentado que en cualquier sistema formal de axiomas, como por ejemplo las matemáticas actuales, siempre quedan cuestiones que no pueden ser demostradas ni en afirmativo ni en negativo sobre la base de los axiomas que definen el sistema.
Pablo habla también del azar como una tapadera irracional, de la libertad, de como los griegos trataban de evitar el hablar de principios y fines de líneas, haciéndolas curvas, pero lo único que conseguían era evitar ese problema, porque la línea seguía existiendo aunque fuera curva.
Finalizaba como empezaba, de forma brillante. “La razón y la fe. No son lo mismo. Pero son inseparables”, “…que uno de los elementos fundamentales de la razón, es que se sabe creada, se sabe limitada.”. Y terminaba con unas palabras del mismísimo San Juan Pablo II ·”…. que la fe y la razón son como dos alas, sin las cuales una u otra, nos iríamos a pique. Razón sin fe, racionalismo. Fe sin razón, fideísmo”
“Hasta el misterio de la Santísima Trinidad tiene una bellísima razonabilidad, lo cual no significa que seamos capaces de agotar el misterio, como el de la eucaristía”.
Gracias Pablo dejaste bien calada tu impronta, no en vano también lidiabas en muchas ocasiones con tu habitual aplomo, conocimiento y simpatía con antiteistas profesionales,
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