SACERDOTE = ELEGIDO POR DIOS
- luisosomunar
- 11 feb 2023
- 6 Min. de lectura
Mi admirado profesor de apologètica, ¡un autèntico maestro!, el Padre Carreira. Definiciòn de fe. Ojo, no me lo creo porque me lo creo. Ahì habrìa que profundizar en un curso de apologètica desde la ciencia y no las escrituras y la revelaciòn, pero està muy bien para empezar. Guieme desde el cielo Padre.
Hoy tenía pensado escribir de otro asunto, pero no sé si mi locura o el Espíritu Santo me hizo cambiar de opinión. A veces uno se pregunta si continua en sus cabales. Por mas que se encomiende al bendito espíritu y que Él guie cada día tus manos para abrir el antiguo testamento y el mensaje sea persistente. El ser humano propone y Dios dispone. Pero como en España decimos, “ de bien nacidos es ser agradecidos”, en nombre de Dios, gracias Angelilla, viuda de mi mejor amigo, de mi hermano; gracias Irene y fiel amiga colombiana y gracias Celia, gran amiga y una excelente profesional que colaboro conmigo durante mis pocos años de ejercicio de la abogacía, por haber confirmado querías continuar recibiendo los “apuntes” de este inútil servidor del Señor.
Hoy vamos a reflexionar sobre algo TRASCENDENTAL, los sacerdotes. Estoy releyendo un libro de la Hermana Briedge Mckena y voy a recoger mucho de su contenido, de forma que tanto ella como yo en la pequeña parte que pueda aportar, damos gracias al Espíritu Santo.
Santo Tomàs, apóstol de Cristo, era alguien que le tomaba tiempo creer, pero también era sincero al expresar sus dudas, perfecto. Eso es lo que Dios quiere, como os he dicho en varias ocasiones, Dios nos hizo seres racionales. Santo Tomas, era una persona demasiada cautelosa, que no creía a la primera, que siempre pensaba y consideraba todo lo que iba a hacer, pero una vez creía, se entregaba a la causa con fidelidad. No creyó en la resurrección de Cristo y…Jesús lo complació, mostrándole exactamente lo que él quería ver: Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre”. Juan 20:30-31.

Creyente es una persona con fe, básicamente y desgraciadamente muchos de nuestros sacerdotes no creen en muchas de las cosas que el Señor a través del Espíritu Santo le ha dado capacidad de hacer en Su nombre. Jesús, ese que portan en sus manos cuando consagran, NO HA CAMBIADO, sigue siendo el mismo de hace 2000 años. Realmente no podemos hacer culpables a los sacerdotes, ni a sus profesores de seminario, ni a nosotros laicos y “sacerdotes” también desde nuestro bautismo. Todos somos culpables, se nos han olvidado no solo las cosas que hizo el Señor, sino que todo aquello nos lo dejó en herencia. Esta vida, aun teniendo que morir ¡PODRÌA SER UN FESTIVAL!, pero, hay cosas que ya hasta están mal vistas. No hace falta ser carismático; estos grupos no tienen la exclusiva; para ser una extensión del brazo, del poder ,del Todopoderoso. Cualquier cristiano CON FE REAL, puede serlo, pero si no te lo crees, difícil es. Realmente uno lee las escrituras, la vida y obra del Señor y no puede llegar mas que a dos conclusiones: no nos lo creemos, se nos olvidò, y los discípulos (laicos, presbíteros, religios@s, obispos, cardenales…) de Jesús deben continuar la obra del Maestro. Deben anunciar la presencia del Reino. El poder hacer milagros de curación debe ser el argumento de la verdad de lo que anuncian: la presencia del reino de Dios. Jesús usaba los milagros como una forma de evangelización, tanto la predicación de los discípulos, como sus obras deben anunciar la proximidad del reinado de Dios.

Ya desde hace bastantes años el sacramento del orden sacerdotal esta siendo gravemente atacado, y NECESITA MÀS QUE NUNCA (lo decía la Hna. Briedge en 1991), nuestro aliento y apoyo. ¡Imaginaos ahora mas de 30 años después! Gracias al sacramento del orden sacerdotal podemos tener un encuentro físico, personal con Jesús, el Pan de Vida. Cierto es que también es necesario que saquen ellos su valentía. En los 60 tras el Concilio Vaticano II, se produjo un efecto dramático en el sacerdocio; ni tanto como antes, ni tan poco como ahora, en el término medio está la virtud; las actitudes hacia ellos cambiaron, fueron apartados de la gente de muchas maneras, hubo desconcierto y allá por los 70 muchos abandonaron; y Satán frotándose las manos. La Hermana Briedge, y no es la primera, ni la única cuenta que tuvo una visión en la que el Señor le decía: “Llegará una gran hambruna, y tendrán hambre del pan de vida. Yo soy el pan de vida” (podría contaros las historias de las piedras de misa típicas en Irlanda, pero eso para otra ocasión). Le dejó a la Hermana ver lo que había de venir (y podemos acreditar, por supuesto que el Señor no se equivocó un ápice).”La gente se volvería contra el sacerdocio y lo verían como un empleo. Poco a poco donde el sacerdocio no fuera preciado moriría, porque no lo quisimos. “...”...habría muchos ataques a través del cotilleo y las críticas…Las dificultades que afectan a los sacerdotes, ya son lo suficientemente malas, y MUCHOS CATÒLICOS, acrecientan el escándalo, difundiendo malas noticias, CAYENDO EN LA TRAMPA DEL MALIGNO, que ha planeado acabar con el don del sacerdocio". Hoy, ayer y mañana, aquí escribo junto a la Hermana Briedge Mckena hay muchísimas personas que DISFRUTAN antela noticia que un sacerdote deja su vocación, que se rinde de impotencia o que provoca algún escandalo público. ¡Hay incluso un espíritu de triunfo!, satánico por supuesto. (¡Vaya, he ahí que cae otro sacerdote!).
Cuenta la hermana Briedge que en otra de sus visiones, vio al Señor llorar, y cuando le preguntò que por qué lloraba, el Señor le dijo: “ Estos hombres que he elegido para que pastoreen a mi pueblo, para que lo alimenten, lo alienten y lo guíen. Están perdiendo la fe en Mí. Están buscando la sabiduría del mundo. Están negando mi poder y eligiendo el poder del mundo”. Me vais a perdonar la expresión grosera, pero me sale del alma: ¡Coño Señor así es!. No creen que pueden sanar, piensan, los que lo hagan, que estas en ese pedacito de pan y en ese copón de vino, y no solo estas ahí. ¡Estas vivo y presente!, al lado de cada uno de nosotros, ¿Caramba no resucitò? ¡Señoras y señores, que no fue “una vuelta a la vida” como Lázaro y el hijo de la viuda de Naim, esos dos volvieron a morir. ¡Está vivo! Los curitas no lo traen a través del Espíritu Santo en la Santa Eucaristía para que podamos tener un contacto físico y espiritual con Él, porque fiel a su promesa dijo que no volvía hasta que viniera de forma definitiva.¿ Hemos olvidado el evangelio?, pero está ahí aunque no lo veas. Se quedó físicamente como el “nuevo maná”.
En general todos pecamos de algo muy grave, nuestra ACTITUD HACIA LA HUMANIDAD DEL SACERDOTE. Él sufre, enferma, peca, se desanima, se deprime, tiene crisis de fe…” como cualquier fiel cristiano, como tú y como yo”. No es un “ente diferente”. Decidió entregar su vida a Dios con unos votos y prepararse para poder impartir los sacramentos, ¡y ya está! No se le puede exigir mas que a nosotros humanamente, tiene padres, amigos, conocidos, enemigos, el maldito Satán le ataca como a nosotros, pero con más fruición, y nosotros mirando desde la barrera o de acólitos del maligno.¿ Que hay sacerdotes malos?,¿no hay policías malos?,¿y bomberos?,¿ y médicos?, ¿y militares? y…Hay una cosa muy importante que no debemos olvidar, y nos la enseñó una niña de tan solo 5 años (Con razón el Señor decía que había que ser como niños y que dejaran que se acercaran a él). Esta niñita le escribió una carta a un curita que se estaba replanteando su vocación, la niñita solo sabía que estaba enfermó, pero no de que enfermedad, y aquél angelito le escribió: “Tú eres muy especial para Jesús”. Que estas seis palabras que parecen salidas de la boca del Señor os consuelen y os motiven.

Dice la Hermana Bridge que en un retiro pudo oír la historia de sacerdotes en su “humanidad”, que oyò sus gritos pidiendo ayuda, ser amados, reafirmados. Percibiò su soledad…
Insisto en algo que hemos olvidado, San Pedro nos llama a todos “pueblo sacerdotal”, y la responsabilidad de edificar el Reino de Dios es tanto suya, como nuestra.
El Señor les llamó , para que creyeran que para Él no había nada imposible, y además se lo demostró: multiplica 5 panes y dos peces y da de comer a miles, camina sobre el agua, sana enfermos (cojos, ciegos, sordos), resucita muertos, expulsa demonios…y los sacerdotes de hoy, gran parte o no se lo creen o temen el qué dirán, que consecuencias puedan tener esa firme creencia, son personas también, no lo olvidemos. ¡PERO PUEDEN HACERLO! y nosotros ayudar. A comienzos del cristianismo, cualquier cristiano exorcizaba, pero típico de nosotros, dejamos de tomarnos las cosas en serio y la iglesia tomo la buena medida de cortar por lo sano. Es necesario que los sacerdotes CREAN y que graven a fuego en su mente, en su corazón y en su alma que PARA EL SEÑOR NADA ES IMPOSIBLE.
Estoy convencido, me lo creo hasta el último centímetro de mi piel, Esta vida, aun teniendo que morir ¡PODRÌA SER UN FESTIVAL!,. Podríamos hacer tanto con ellos, a su lado.
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