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LAS APARICIONES DE SAN JOSÉ ,Por Felipe Gómez

Felipe, no me llegò directamente, sino a travès de una amiga colombiana, con tu permiso lo voy a publicar. En estos tiempos tenemos que estar mas unidos que nunca y "dar mas guerra" que nunca.

Antes de plasmarles íntegramente el fabuloso escrito de Felipe, como decimos en España, "hay que romper una lanza", en favor de este Santo hombre, San José.

Tan sólo me gustaría que nos hiciéramos una pregunta para apreciar la calidad humana y moral de este Santo , que fue nada menos que el padre adoptivo de Nuestro Señor. Pongámonos en situación, "todos y todas" somos San José y nos llega nuestra prometida y nos dice, que está "en estado de buena esperanza por obra del Espíritu Santo". ¿Que saldría de nuestra boca o de nuestra mano? Pensémoslo fríamente.

Se aparece el Ángel y nos dice, "oye, que lo que ha dicho tu prometida es cierto, no la repudies", (que además, el hombre iba a repudiarla en secreto, para no lastimarla), ¡vale, me lo creo, soy un ser humano de fe! Ahora viene lo peor, para ambos, josè y Marìa. Todos sabemos (ruego penséis también en la Santísima Virgen, lo que tuvieron que pasar ambos) o deberíamos saberlo, como era la vida en aquellos pueblos del Siglo I en Israel, donde todos se conocían, es más, casi eran de la misma familia, se vivía hombro con hombro: chismorreos, juicios, criticas, miradas sancionadoras…¿De que color se nos pondría el rostro?. ¿Quizà nuestra mirada se dirigiera al suelo?.No digo arcoíris porque me dirían que soy LGTB.

Valoremos, sabiendo como dice Felipe, lo poco que sabemos de San José , valoremos tan sólo su vivencia esos días aciagos tras el regreso de la Santísima Virgen de visitar a Isabel....y despuès,nacimiento en un establo, huida a Egipto…











"Si bien es cierto que son pocas las palabras que hemos conocido de boca de San José, su presencia entre nosotros es innegable. Existen sueños, y testimonios de muchos milagros por su intercesión. La iglesia por su parte nos recuerda algunas de esas manifestaciones y nos invita a tener una santa curiosidad para ir descubriendo al Santo Patriarca.

Sabemos que Santa Teresa de Avila insistía que San José era su cómplice en el camino de la santidad, que el nada le negaba y siempre le concedía lo que le pedía. Ella tuvo experiencias místicas con la Virgen Maria, incluso más de una vez vió al Niño Dios y conversó con el, pero a San José lo vería en sus sueños. Tal vez era su manera de comunicarse con algunas almas predilectas así como el cielo acostumbró a hacerlo con el.

A Santa Miriam de Jesús crucificado hija espiritual de Santa Teresa, perteneciente a la orden carmelita descalza, se le aparecía San José y la guiaba con predilección, siendo ella su hija espiritual y sosteniendo con santa Mirian constantes diálogos, para guiar su alma. Esta santa conocida como “la Arabita del Carmelo”, fundó dos conventos uno en Belén en el lugar del nacimiento de San José y otro en Jerusalén. Muere mártir en 1878.

En Cotignac- Francia, (7 de Junio de 1660) en el monte Besillon, San José se le apareció a un joven campesino y le dijo que moviera una enorme roca. Ni diez hombres habrían podido cumplir con esa tarea, pero San José le dio fuerza para hacerlo. Allí brotó una fuente milagrosa y la aparición recibiría aprobación de la iglesia casi de inmediato. Por cierto es la principal aparición aprobada de la cual tenemos conocimiento.

En Knock- Irlanda, se apareció nuestra Señora a un grupo de niños de diferentes edades (1879) también San Juan Evangelista, Jesús como el Cordero de Dios y San José. Aún cuando San José no mencionó una palabra, su presencia acrecentó la devoción popular al padre adoptivo de Jesús.

En la última aparición de Fátima, (1917) la sierva de Dios, Sor Lucia, la mayor de los tres pastorcitos, vió en el milagro del sol a San José con el Niño en los brazos bendiciendo al mundo. Esta aparición Portuguesa es aprobada por la iglesia aún cuando no muchos recuerdan este gran regalo de haber sido bendecidos por San José, vale la pena recordarlo.

En el tiempo de la aparición de María Rosa Mística, terminando la Segunda Guerra Mundial, hubo una aparición importante en Ghiaie di Bonate, Italia (1944), en la cual la Sagrada Familia se le apareció a una pequeña niña de nombre Adelaida Roncalli. La Virgen le insistía a la pequeña niña, la importancia de la oración en familia. En las apariciones, pudo ver constantemente a San José acompañando a la Virgen María.

A san André Bessette, (1845-1937), un religioso Canadiense de la comunidad de la Santa Cruz, se le atribuyen muchos milagros por dirigir su oración a San José, al santo se le manifestó nuestro querido padre putativo desde su juventud. El sintió que debía hacer un oratorio para extender esta santa devoción y por gracia de Dios, llevaría a cabo la obra más extraordinaria hecha en honor a San José, una basílica que se levanta en Mont Royal - Canadá, en pleno Montreal, la cual visitan anualmente miles de peregrinos.

No son pocas las apariciones de San José, muchos aseguran haberlo visto o recibir un favor de su parte. Incluso nuestro querido Padre Pío hablaba con él como un amigo cercano.

No dejemos de encomendarnos a su protección. “Algun día, San José será honrado de una manera muy especial”…San André.

Dios los bendiga". Felipe Gomez

 
 
 

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