EL KATEJON 3ª
- luisosomunar
- 1 mar 2023
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Lamento la larga extensiòn del texto, pero tampoco merecìa la pena dar mayor espacio en dias. Es predicar en el desierto. Aparecerà en el dia de hoy en dos partes.

El papa Pablo VI hablo del tema en su homilía en el Aniversario de su Coronación el 29 de Julio de 1972:
“Una potencia hostil ha intervenido. Su nombre es el diablo, ese ser misterioso del que San Pedro habla en su primera Carta. ¿Cuántas veces, en el Evangelio, Cristo nos habla de este enemigo de los hombres?”
Nosotros creemos que un ser preternatural ha venido al mundo precisamente para turbar la paz, para ahogar los frutos del Concilio ecuménico, y para impedir a la Iglesia cantar su alegría por haber retomado plenamente conciencia de ella misma.
Nosotros sabemos que este ser oscuro y perturbador existe verdaderamente y que está actuando de continuo con una astucia traidora. Es el enemigo oculto que siembra el error y la desgracia en la historia de la humanidad»
El mismo Papa decía en la Audiencia de Noviembre 15 de 1972:
El mal no es solamente una deficiencia, sino una eficiencia, un ser vivo, espiritual, pervertido y perverso. Terrible realidad. Misteriosa y pavorosa. Se sale del cuadro de la enseñanza bíblica y eclesiástica quien se niega a reconocer su existencia; o bien quien hace de ella un principio que existe por sí y que no tiene, como cualquier otra criatura, su origen en Dios; o bien la explica como una pseudorealidad, una personificación conceptual y fantástica de las causas desconocidas de nuestras desgracias.
Nuestra doctrina se hace incierta, por estar como oscurecida por las tinieblas mismas que rodean al Demonio. Pero nuestra curiosidad, excitada por la certeza de su existencia múltiple, se hace legítima con dos preguntas: ¿Existen señales, y cuáles, de la presencia de la acción diabólica? ¿Y cuáles son los medios de defensa contra un peligro tan insidioso? La respuesta a la primera pregunta impone mucha cautela, si bien las señales del Maligno parecen hacerse evidentes, podremos suponer su acción siniestra allí donde la mentira se afirma hipócrita y poderosa contra la verdad evidente; donde el amor es eliminado por un egoísmo frío y cruel; donde el nombre de Cristo es impugnado con odio consciente y rebelde; donde el espíritu del Evangelio es mistificado y desmentido; donde la desesperación se afirma como la última palabra, etc.
Definitivamente habrá una apostasía y esta apostasía será en nuestra Iglesia, decía San Juan: “Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el último tiempo, salieron de nosotros pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros.” (I Juan 2:18)

Si nosotros somos la verdadera Iglesia de Jesús, la apostasía va a ser entre nosotros, no será entre las sectas o entre los Mormones o Testigos de Jehová, ellos ya son apostatas desde el mismo momento en que decidieron no ser parte de la Santa Iglesia Católica.
La apostasía será entre nosotros y tenemos que estar preparados. Las fuerzas del maligno ya esta actuando y lo mas terrible de todo, es que la Iglesia jerárquica no esta haciendo casi nada sobre este tema. Hay un desorden doctrinal y una franca herejía entre nosotros, que hacen aún mas triste el ver que no se tomen medidas disciplinares. Muchos Obispos miran para otro lado o lo que es peor, pretenden no ver mal alguno en los
Como ya hemos mencionado, San Pablo habla de “algo” que retiene la manifestación del Anticristo, “Katejon” es la palabra que emplea el apóstol Pablo para referirse a este obstáculo. “El término griego katejon, es el participio presente del verbo katecho (katécho) que significa: retener, agarrar, impedir. Como ya hemos mencionado el apóstol San Pablo tiene unas enigmáticas palabras en su carta II a los Tesalonicenses 2: «Y ahora vosotros sabéis lo que lo detiene, a fin de que a su debido tiempo se manifieste. Porqué ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio. Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida”
En la versión griega de ambos versículos el término “katejon” se utiliza dos veces en modos distintos en Tesalonicenses:
· to katejon, en el versículo 6,
· o katejon en el versículo 7.
En ambos casos se usa el participio presente, con pronombre neutro en el primer caso y con pronombre personal en el segundo, lo cual indica que el Katejon será una cosa y una persona al mismo tiempo, ambos impiden que el malo se manifieste en el mundo.
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