¿DIOS SI CASTIGA?. Por Felipe Gomez

La injusticia de establecer el aborto como un derecho Hemos hecho de este mundo un circo Romano, no de esos de malabaristas y payasos, sino uno de fieras devorando cristianos mientras los gladiadores se divertían rematando a los inocentes a cambio de aplausos. ¿Este país atrevido, buscando que se reconozca el aborto como un derecho humano? Ya hemos llegado demasiado bajo. No solo estamos siendo gobernados por artistas de la improvisación, sino ahora, seguimos aplaudiendo que las hienas y los leones sigan devorándose a los más vulnerables e indefensos. Mi papá tenía una frase cuando la indisciplina era tan buena amiga mía: ¡apague ese televisor y póngase a estudiar! Hacemos mucho más leyendo cuentos o dedicados al ocio, que viendo en los noticieros cómo van haciendo de nuestro país una completa carnicería. Los congresistas se ufanan de ser drogadictos, el dineros de mala procedencia va controlándolo todo, la delincuencia común se volvió eso mismo, algo demasiado común y para colmo, ¿el aborto se convirtió en la bandera de la libertad y los derechos de la nueva Colombia? Derecho de decidir, derecho de reproducción, derecho de ser dueñas de su propio cuerpo, todo suena muy bonito, pero es en realidad es una terrible matanza bien maquillada. Podemos perderlo todo y nada es tan grave como perder la moral y el sentido común, si olvidamos que tenemos la capacidad de hacer el bien y de distinguir el camino del cielo y el del infierno, como nación, seguiremos caminando por el desfiladero del fracaso y de la muerte. Algunos predicadores y pastores de esos que son felices recibiendo aplausos diciendo lo que la gente quiere oír y no lo que les conviene, aseguran que Dios no castiga, que El no se enoja, que en su misericordia guarda silencio esperando que el hombre corrija sus pasos mientras El se queda quieto observando a su pueblo de brazos cruzados, pero no es así. La Virgen nos dice en sus apariciones: “No ofendan más a Dios, que ya está muy ofendido”, ¿Acaso esta frase necesita ser traducida? Nos están advirtiendo, “sigan optando por el camino del mal y tendrán que pagar las consecuencias de su necedad”. También dice el Señor: Arrepiéntanse, y crean en las buenas nuevas" (Marcos 1,15). En Jesús hay salvación, pero esa salvación no llega sin arrepentimiento y por consecuencia, si seguimos pecando, recibiremos lo que merecen nuestras obras. Acercándose la semana mayor, pidamos al Señor misericordia, no perdamos la capacidad de reconocernos pecadores necesitados de su perdón. Esas mismas palabras dichas por nuestra Señora en sus apariciones dicen: “Antes la copa se estaba llenando…ahora se está rebosando”. No sigamos caminando hacia nuestra condenación. No dejemos que el mal siga reinando entre nosotros, ni nos congraciemos con el pecado y las malas obras. Dios los bendiga